En el artículo de hoy quiero recalcar la importancia de la pasión. Si bien es cierto que no todos alcanzan el éxito y la fama, esto no debe ser un impedimento para ti. La mayoría de las personas no alcanzan sus metas, no por falta de esfuerzo, sino falta de pasión. Ejemplos de esto los encontramos en el día a día, jóvenes adultos que pasan hasta una década intentando obtener un título porque lo que estudian no es lo que les apasiona, pues estudian para complacer a otra persona o llenar expectativas de alguien más; artistas frustrados que pasan sus días en una oficina en lugar de desarrollar su creatividad en un estudio y así encontramos muchos ejemplos más.
Por esto hoy quiero que te detengas un momento, dejes tu mente en blanco e identifiques aquello que te hace brillar, eso que te apasiona y que puedes verte haciendo todos los días de tu vida, una vez que lo encuentres, pregúntate ¿Qué me impide hacer aquello que me hace feliz?
¿Es ese obstáculo más grande que tu pasión? ¿O vale la pena perseguir tus metas? Recuerda que nunca es demasiado tarde para empezar y en ti está decidir el curso que tomará tu vida.
Si vas a vivir esforzándote por algo, asegúrate que valga la pena cada segundo, que cada decisión que tomes, cada sacrifico, tiempo y dinero invertido te lleve un paso más cerca de ser el mejor en lo que elijas. Te aseguro que mientras sea algo que ames todo ese esfuerzo no lo verás como una obligación, al contrario será la mejor parte de tu día.
Mientras tengas la pasión, la motivación y la disciplina necesaria ningún impedimento será tan grande como para obligarte a abandonar tus metas. Con esto me despido.